martes, 9 de noviembre de 2010

ACTUALIZACIÓN

Con 38 minutos de montaje ya casi ultimados (calculo que me quedan otros 10), las ideas están ya bastante definidas:

1.  Lo he dividido en 7 (u 8) capítulos, aparte de una introducción.

2. Cada uno, incluida la introducción, consta de dos partes: una expositiva, con breves explicaciones mías, y a continuación otra literaria que la ilustra, con extractos de autores antiguos, casi exclusivamente poetas.

3. La mayor parte de los autores citados son latinos (sobre todo, Ovidio y Propercio, pero también Tibulo, Catulo y Marcial, entre otros), debido a su mejor estado de conservación, pero todos los tópicos que aparecen en las citas fueron explotados ya por los griegos: no hay línea divisoria. Un ejemplo, Teócrito, Idilio 6.19 y Ovidio, Amores 2.19.36:

Huye de quien la quiere y al que no la quiere persigue

(καὶ φεύγει φιλέοντα καὶ οὐ φιλέοντα διώκει)

Huyo de lo que me sigue y sigo a lo que me huye

(quod sequitur, fugio; quod fugit, ipse sequor)

4. Por este mismo hecho puramente circunstancial, el "tipo" de amor referido en cada pasaje es casi exclusivamente heterosexual, ya que la poesía homoerótica no fue tan cultivada por los autores romanos, pero una vez más el resultado es indiferente: cada tópico, cada verso es aplicable a cualquier "clase" de amante, puesto que el amor es el mismo para todos (Virgilio, Geórgicas 3.244).

 5. También por eso mismo he evitado emplear los teónimos Eros y Cupido, y los he unificado bajo la forma castellana Amor. Se trata siempre del mismo dios, de la misma fuerza natural, y en todo caso, el guión del montaje no tenía cabida para ese tipo de explicaciones.

6. Todas las imágenes de esculturas aparecen con fondo negro, después de haber sido procesadas con Gimp, como ésta de Henri-Joseph Ruxthiel, Zéphyr et Psyché, que tomé en el Louvre. El resultado siempre es superior al de la imagen original, ya que elimina el fondo natural del museo, repleto de elementos extraños, resalta la figura que interesa y a veces, al borrar parte de la imagen original (aquí, la roca que sirve de base) refuerza el efecto buscado por el artista, en este caso, la sensación de vuelo (el viento Zéfiro lleva en volandas a Psique, el Alma):